Tendrá eje en las propuestas recaudatorias del Ejecutivo. Varios concejales ya anticiparon que no apoyarán las quitas de exenciones o la aplicación de tasas al comercio exterior.
La explícita resistencia de varios concejales del oficialismo y de la oposición a acompañar las medidas recaudatorias impulsadas por el gobierno local sugieren que el proyecto del presupuesto presentado hace dos meses por la gestión del intendente Carlos Arroyo podría experimentar drásticos cambios cuando comience a ser tratado desde la semana próxima en el Concejo Deliberante.
Aún cuando todavía no hayan sido sometidas a un debate legislativo formal, al hacerse públicas, las propuestas del Ejecutivo ya recibieron numerosas críticas.
Algunos de los cuestionamientos más duros provinieron de instituciones vinculadas a distintas actividades económicas de la ciudad que podrían resultar afectadas, cuyos referentes rechazaron la intención del municipio de incrementar la presión fiscal.
El secretario de Economía y Hacienda, Hernán Mourelle, pretende captar más ingresos para la comuna y para ello impulsó la quita de exenciones y la aplicación de tasas sobre la actividad primaria y las exportaciones locales.
Los sectores que resultarían perjudicados se ocuparon de hacer públicas sus objeciones, dejando constancia de su postura a través de notas presentadas en el Concejo Deliberante, reuniéndose con concejales de todos los bloques y haciendo llegar sus quejas a funcionarios nacionales y provinciales, algunos de los cuales prometieron su intervención.
Algunos hasta pudieron expresar su malestar ante el propio intendente Carlos Arroyo y su secretario de Economía, quienes sin embargo ratificaron su voluntad de no modificar ni una coma de los proyectos.
A esta altura, toda la expectativa está puesta en lo que suceda desde la semana que viene en el Concejo Deliberante.
Los representantes de entidades y cámaras empresariales confían en la palabra de los concejales de la oposición y de algunos oficialistas, que les garantizaron que el grueso de las medidas recaudatorias promovidas por la gestión de Arroyo no prosperará.
El listado de afectados por las propuestas del gobierno es amplio e incluye a actividades para las que Mourelle propuso dar baja las exenciones otorgadas desde hace varios años para el pago de algunas tasas.
Entre ellas figuran los cines y teatros, las empresas radicadas en el Parque Industrial, los profesionales independientes, medios de comunicación, los martilleros o las empresas y comercios dedicados a la edición, impresión y comercialización de libros, revistas y periódicos.
Sumado a eso, el secretario de Economía propuso comenzar a gravar con el cobro de Seguridad e Higiene a la “actividad primaria” y a todas las exportaciones que se realicen desde el Partido de General Pueyrredon.
La iniciativa generó el rechazo de los sectores textil, frutihortícola, tecnológico y pesquero, entre otros. Sus representantes advirtieron sobre la inconstitucionalidad de la medida y sobre los efectos que su aplicación podría tener en la producción y el empleo local.
Según los cálculos de las empresas, la exigencia de pagar Seguridad e Higiene les generaría un nuevo costo millonario.
“Usted tiene un problema y para tratar de solucionarlo nos quiere generar un problema a nosotros”, protestó días atrás un empresario pesquero al intendente Arroyo, anticipándole que el sector acudirá a los Tribunales para rechazar el eventual cobro de la tasa, confiando en que como ya sucedió en otros casos, la Justicia rechazará la posibilidad de que un municipio grave las operaciones de comercio exterior.
Si tal como muchos suponen el Concejo rechaza estas medidas recaudatorias, esa decisión no tendrá un efecto neutro.
Desde el punto de vista económico, podría alterar todos los cálculos hechos por Mourelle en materia de ingresos para 2018.
Es que además de proponer la quita de exenciones y la aplicación de tributos sobre más sectores, el funcionario pergeñó aplicar este año una modificación en las escalas de la tasa de Seguridad e Higiene.
Fuentes consultadas por LA CAPITAL indicaron que con esta última medida los ingresos obtenidos por este tributo sufrirían una fuerte reducción, la cual el secretario pretende compensar incorporando a nuevos actores al padrón de contribuyentes.
Por lo tanto si sus propuestas recaudatorias no prosperan, su cálculo de recursos -y en consecuencia el de gastos- quedaría completamente trastocado.